Los faros que la han orientado para conseguirlo a lo largo de una vida marcada por el trabajo duro y los trayectos entre Vizcaya y Galicia han sido la templanza, el sentido común, la valentía y también una pizca de intuición. En este viaje ha estado siempre acompañada, por el respaldo familiar que no duda en agradecer, y por su equipo. “La experiencia me ha dejado claro que un liderazgo en solitario no lleva a ningún sitio”, afirma. Por eso, en su opinión hay que tener “capacidad de escucha, cercanía y humildad”, armas fundamentales para llegar a lo más alto. También cuidar el “alma de las empresas, que son las personas”.
Su carrera no ha estado exenta de dificultades. De hecho, reconoce que sus inicios no fueron fáciles e incluso hubo desplantes por el hecho de ser mujer, pero esta directiva gallega, sin la cual no se entiende el Eroski de hoy, se sobrepuso a ese reto y remontó la barrera discriminatoria. Del mismo modo insta a hacerlo hoy en todas las organizaciones. “Tenemos que romper algunos estereotipos asentados en la sociedad desde hace tiempo, hay que superarlos de una vez por todas. Tenemos la responsabilidad de velar por la igualdad de oportunidades en la gestión del talento, independientemente del género y en todos los niveles de las organizaciones”, propone.
Las cifras y la historia de Eroski, el grupo al que ha dedicado buena parte de su trayectoria profesional, dan sobrada muestra de esa creencia: fue la primera empresa de distribución española que hace más de cuatro décadas promocionó a la primera mujer como gerente de un hipermercado por ser la persona más preparada para ello; y tras ese hito, vino el resto.
En la persona de Carabel, es el primer grupo de distribución que ha designado a una CEO mujer, y después de casi dos años, han seguido sus pasos algunos más. Asimismo, los dos principales puestos del grupo están ocupados por mujeres, con la presidenta del Consejo Rector, Leire Mugerza, junto a ella. El 77% del equipo de Eroski son mujeres y ellas ocupan el 74% de los puestos de responsabilidad. Con todo, Carabel, madre de tres hijos, reconoce que la sociedad ha avanzado en los últimos años en la travesía hasta la igualdad, pero el panorama empresarial dista aún de estar “equilibrado” y, fuera del hogar, “la corresponsabilidad no se asume como debería”. “Seguimos con la creencia interiorizada de que los cuidados son responsabilidad femenina, cuando está claro que no es un asunto exclusivo de las mujeres”.
La directiva se reconoce enamorada de un sector en el que aterrizó como staff de la dirección general desde Vegalsa, que dos años más tarde firmaría una alianza con Eroski, donde ha desempeñado diferentes responsabilidades desde la dirección de Franquicias y Autoservicios, a la transformación de la red de tiendas, pasando por la dirección Económico-Financiera y la dirección general del grupo alimentario.
Conoce a la perfección, por tanto, cada eslabón de la cadena de la distribución, un negocio que, dice, la “atrapó por ser dinámico, intensivo y en permanente contacto con la sociedad”. Cada escalón que ha subido ha supuesto un reto resuelto con éxito, hasta arribar a la máxima responsabilidad del grupo. Carabel se sabe referente en dar visibilidad al liderazgo ejercido por mujeres, y según sus palabras, “no siempre se está preparado para ser líderes, pero liderar también es algo que se aprende y se mejora con la experiencia y el tiempo”.