El martes 22 de marzo, el Consejo de Ministros aprobó el PERTE Aeroespacial, un instrumento de colaboración público-privada que movilizará más de 4.500 millones de euros hasta 2025.
El sector espacial se enfrenta posiblemente a una de las mayores transformaciones de su historia, debido al impacto que ha sufrido por la crisis de la COVID-19.
La aparición de este PERTE estratégico propiciará la descarbonización del transporte aéreo con el desarrollo del avión cero emisiones y la transformación digital del tejido industrial del sector e impulsará, además, el I+D+I en el ámbito espacial.
Los tres pilares fundamentales en los que se sustenta el PERTE, son el aeronáutico, el espacial y el transversal.
- Aeronáutico: pretende capacitar a la industria de tecnologías y sistemas cero-emisiones para aeronáutica; desarrollar demostradores en el ámbito de las aeronaves multipropósito y vehículos aéreos no tripulados; además de avanzar en el cumplimiento de los requisitos del reglamento del cielo único europeo con el desarrollo de infraestructuras aeronáuticas poniendo el foco en la consecución de un sistema de transporte aéreo más eficaz.
- Espacial:se centrará en mejorar las capacidades del sector del espacio en el diseño de cargas útiles relacionadas con el control medioambiental, las comunicaciones cuánticas y la seguridad en cooperación internacional; y posicionar al sector espacial en el mapa europeo del uso comercial del espacio.
- Transversal: que implica a los dos subsectores, se marca como objetivos potenciar la innovación, la sostenibilidad y la digitalización en el tejido industrial; fomentar la capacitación y formación orientada al sector aeroespacial; cohesionar y conectar el ecosistema de innovación en el ámbito aeroespacial; y habilitar fondos público-privados para reforzar a las empresas del sector.
Otro aspecto clave de este proyecto estratégico es el carácter internacional que plantea la colaboración con Portugal en la iniciativa del desarrollo de la Constelación Atlántica. Se trata de un programa en el que se lanzarán ocho satélites españoles y ocho satélites portugueses con el fin de observar la Tierra de forma conjunta creando sinergias.
El Gobierno destaca la forma en como este PERTE ayudará a que la industria aeroespacial española sea un actor clave ante los nuevos retos previstos a los que se enfrentará el sector como el cambio climático, la seguridad global y la transición digital.
Por otro lado, junto a este PERTE también ha sido anunciado el conocido como PERTE del Agua. Más de 3.000 millones procedentes de inversiones público-privadas hasta 2026 se van a movilizar para el PERTE de Digitalización del ciclo del Agua.
Este proyecto estratégico busca impulsar el uso de las nuevas tecnologías de la información en modernizar el sector hídrico y un sistema más eficiente y sostenible de los recursos
Las principales medidas a las que va dirigido el PERTE son las siguientes:
- Impulso a la digitalización en los usuarios del agua, cuyo objetivo es avanzar en la protección del medio ambiente, la mejora de la gestión de los recursos hídricos y la lucha contra el cambio climático y el reto demográfico.
- Ayuda para las administraciones involucradas en el ciclo urbano del agua.
- Digitalización del regadío a través de la implantación de contadores en las tomas de agua y parcelas; mejora de los sistemas de control de la humedad y conductividad del suelo; el aumento de la medición de los aportes de fertilizantes o la automatización de los sistemas de riego.
- Modernizar e impulsar la digitalización en los organismos de cuenca y los Sistemas Automáticos de Información Hidrológica para reforzar los programas de seguimiento y control de los vertidos
La creación de este PERTE repercutirá de forma positiva en el empleo, con la creación de cerca de 3.500 nuevos puestos de trabajo.
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