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Plan de acción BEPS

Acción 11

Cuantificación y supervisión de la BEPS

La OCDE ha confirmado que los datos disponibles revelan que muchos grupos están llevando a cabo actividades de BEPS; no obstante, se requieren más datos para cuantificar de forma exacta la escala del problema y supervisar cambios futuros de conducta. Se calcula que entre el 4 % y el 10 % de los ingresos globales en concepto de impuestos de sociedades se pierden como resultado de actividades de BEPS.

Resumen

En 2013, la OCDE identificó que, si bien contaban con pruebas de la existencia de BEPS, no había datos disponibles suficientes para comprender el alcance de la misma y cuantificar su impacto en términos de ingresos fiscales perdidos.

Durante los 2 últimos años, la OCDE ha revisado los datos disponibles, demostrando la existencia de las BEPS y realizando un cálculo estimativo según el cual estaría costando entre 100.000 y 240.000 millones de USD al año en pérdidas de ingresos fiscales. No obstante, también reconocen la falta de datos útiles y, por consiguiente, su limitada capacidad a la hora de llegar a conclusiones sólidas que permitan calcular de forma suficiente exacta la magnitud de este problema.

Para poder disponer de mejores datos en el futuro, la OCDE ha presentado seis “indicadores de BEPS” de distintas fuentes de información y de la evaluación de distintas prácticas de BEPS.  En definitiva, lo que se pretende con estos indicadores, es poder  identificar la desconexión que se produce entre los ingresos imponibles y dónde se sitúa la actividad económica real que genera los beneficios de esos ingresos.

Dado que la OCDE no recibe dato alguno relativo a los propios contribuyentes, recomienda que sean las propias administraciones públicas las que fomenten el intercambio de información y transparencia entre los Estados para cotejar los datos pertinentes y poder cuantificar la existencia de BEPS y así poder evaluar las contramedidas para enfrentarse a BEPS de forma permanente. Lo anterior deberá llevarse a cabo con extrema cautela para proteger la confidencialidad de los contribuyentes. Dicha información deberá tratarse  posteriormente con los informes que cada país facilite.

Los contribuyentes deben ser conscientes de que la OCDE y, por extensión, la AEAT, estarán recopilando datos sobre BEPS y deberán prestar una especial atención al modo en como presentan sus datos que posteriormente serán públicos y las declaraciones de impuestos que puedan afectar a esta materia. En el caso de los grupos más grandes, esto estará relacionado con los informes desglosados país por país, que probablemente sean la fuente principal de datos adicionales sobre BEPS que la OCDE les solicite a los gobiernos que hagan los análisis.

En definitiva, lo que se pretende conseguir son mejores datos y análisis más refinados para mejorar la medición y seguimiento de BEPS.

¿Y ahora qué?

Podemos prestar ayuda en relación con los planes que pudieran tener para publicar información adicional relativa a la estrategia fiscal, gestionar el riesgo de imagen y colaborar con las consultas de las autoridades fiscales.