En el ámbito de la fiscalidad internacional, muchos profesionales sentimos que se avecina un retorno a la "Tax Competition" de los años 2000, aunque sin llegar a una guerra fiscal declarada. Los giros inesperados, como los anunciados por el presidente Donald Trump, están reconfigurando un sistema que durante cuatro décadas había mantenido cierta estabilidad. Además, medidas como la famosa Tasa Google, que se creían aparcadas, vuelven al debate tributario internacional.
Declaraciones recientes de gobiernos europeos, como el español, apuntan a que esta tendencia no solo es posible, sino inminente. Una de las 220 medidas impulsadas por la administración Trump incluye dos reformas clave en fiscalidad internacional que cambiarán el tablero global:
Primera medida: rechazo al Pilar 2 de la OCDE
Aunque los Estados Unidos no estaban implementando el Pilar 2 de la tributación mínima global de la OCDE, Trump ha dejado claro que su administración no solo lo descarta, sino que se opondrá activamente a su avance. Este enfoque, plasmado en el reciente decreto presidencial, tendrá un impacto significativo en las relaciones fiscales internacionales.
Mientras la Unión Europea ya ha aprobado la directiva que establece la tributación mínima global, aplicable en 2024, EEUU busca proteger a sus empresas multinacionales de los efectos de esta normativa. El objetivo: evitar que las nuevas reglas incrementen la carga fiscal de las operaciones intragrupo en jurisdicciones de baja tributación, favoreciendo así la competitividad americana.
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El nuevo escenario fiscal global
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¿Hacia dónde va la fiscalidad internacional?
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¿Seguirá vigente el acuerdo de tributación mínima global?
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¿Cómo afectará esto a la tributación de empresas multinacionales?
Segunda medida: contramedidas frente a políticas fiscales internacionales
La Secretaría de Estado, junto con la Oficina Norteamericana de Comercio Exterior, investigará posibles incumplimientos de convenios fiscales con EEUU. Además, analizará nuevas normativas tributarias en otros países que puedan perjudicar a las empresas estadounidenses.
En un plazo de 60 días, el Departamento del Tesoro presentará un informe con recomendaciones y posibles contramedidas, incluyendo una "lista de medidas proteccionistas". Este enfoque busca frenar políticas como la Tasa Google, que fue temporalmente desactivada en España, Francia e Italia, bajo la promesa de cooperación tributaria internacional ahora eliminada por EEUU.
Las implicaciones son enormes, especialmente en áreas como precios de transferencia, acuerdos de valoración previa (APA) y procedimientos amistosos fiscales (MAP), ámbitos que podrían verse afectados por la divergencia entre las políticas de EEUU y la OCDE.
"El rechazo de EEUU al Pilar 2 de la OCDE y la reactivación de impuestos como la Tasa Google marcarán un antes y un después en la fiscalidad internacional. Las empresas deben prepararse para un escenario de mayor competencia tributaria"
Juan Martínez
Socio de Fiscal
¿Competencia fiscal o guerra tributaria?
Nos encontramos ante un posible escenario de competencia fiscal, que podría derivar en una "guerra tributaria" entre Europa y EEUU en los próximos años. Este cambio tendrá implicaciones tanto positivas como negativas:
- Efectos positivos: Las empresas, especialmente las multinacionales, podrían beneficiarse de menores cargas fiscales en sus operaciones globales.
- Efectos negativos: La competencia fiscal reducirá los ingresos públicos, dificultando la financiación de presupuestos nacionales sin recortes significativos en el gasto público.
Pequeñas y medianas empresas (mid-market), además de grandes corporaciones, podrían verse afectadas, especialmente aquellas que deseen aprovechar incentivos fiscales en jurisdicciones de baja tributación fuera de Europa.
Prepararse para los cambios: estrategias fiscales y financieras
En menos de 60 días, se espera más información sobre las medidas proteccionistas de EEUU. No obstante, dada la rapidez con la que el gobierno americano está avanzando, es crucial que empresas y grupos empresariales comiencen a evaluar su posición fiscal:
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Revisar las estructuras tributarias actuales: Analizar los posibles impactos del rechazo estadounidense al Pilar 2 y de las contramedidas fiscales internacionales.
- Implementar estrategias de optimización fiscal: Identificar oportunidades para reducir cargas tributarias sin comprometer el cumplimiento normativo.
- Monitorear las políticas internacionales: Estar al tanto de cambios legislativos que puedan afectar operaciones transfronterizas.
El nuevo enfoque de EEUU en materia de fiscalidad internacional marca un cambio de paradigma que afectará a empresas de todos los tamaños. La interacción entre la política fiscal americana y las medidas de la OCDE o la UE redefinirá el sistema tributario global en los próximos años.
