Desde el punto de vista operativo, esto es, desde el punto de vista de quien ayuda a las empresas a cumplir la norma penal al diseñar e implantar sus sistemas de prevención penal, nos parece muy razonable comenzar estos artículos tratando de comprender el significado de la expresión literal “modelos de organización y gestión”, que aparece por primera vez en el artículo 31 bis, en su apartado 2.
Cuando la norma se refiere a “modelos de organización y gestión” se está refiriendo a una estructura organizativa, con una relación regulada entre sus partes y una interacción definida que permite su administración y gobierno para la consecución de un fin. Podríamos decir que mientras la organización se refiere a la relación y disposición entre las partes, digamos que, de una manera estática y conceptual, la gestión se refiere al movimiento, al funcionamiento de las partes con las problemáticas que va surgiendo en su devenir, a la administración del funcionamiento real del sistema. Entendemos que, por consiguiente, podríamos sustituir “modelos de organización y gestión” por “estructura organizativa” o simplemente “organización” o “modelo” sin que el significado de la norma variase siempre que entendamos ambos términos en toda su amplitud y con los matices señalados. De hecho, la norma cuando lo denomina “modelo de prevención”, en la condición segunda de este mismo artículo y apartado, viene a sustituir “modelo de organización y gestión” por el término único de “modelo”, calificándolo de manera que expresa su finalidad, “de prevención”.
